En Navidad Dios se ha hecho hombre para compartir nuestra vida ¿No habrá querido decirnos que también nosotros tenemos que estar dispuestos a compartir la vida con nuestros hermanos y hacer nuestra su suerte?
Los misioneros, en estas fechas más que nunca, se convierten en otro coro de “ángeles” que anuncian la venida de Dios a los más pobres y en los lugares más remotos de la tierra.
Los misioneros encarnan la esperanza de la Navidad entre los pobres. ¡Ojalá que nosotros les imitemos!
¡Ojalá nosotros seamos también portadores de esperanza!
La “Hucha del compartir” nos da la oportunidad de vivir una “Navidad Solidaria ”. Durante toda la Navidad y hasta la Jornada de Infancia Misionera, podéis ir llenando esta hucha, también con la ayuda de familiares y amigos con los que compartís la Navidad, para ayudar los niños más necesitados del mundo a través de la Obra Pontificia de Infancia Misionera.
Descarga tu hucha, coloréala, móntala y recoge en ella las ayudas para compartir con los niños más necesitados del mundo. En la Jornada de Infancia Misionera 2016, podrás entregarla en tu parroquia o en el colegio. Los frutos de tu generosidad servirán para que los misioneros puedan llevar adelante proyectos con la infancia más desfavorecida.
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